En pleno corazón de la Ribera del Duero, entre viñedos centenarios y naturaleza viva, se encuentra un rincón que invita a disfrutar de la gastronomía con todos los sentidos: Bodegas Severino Sanz en Montejo de la Vega de la Serrezuela. Más que una bodega familiar, este enclave ofrece una de las propuestas enogastronómicas más singulares y cuidadas de la zona, donde el producto local, la creatividad en la cocina y el vino se dan la mano en perfecta armonía.

Mucho más que una cata: una experiencia gastronómica completa

En Bodegas Severino Sanz, el vino es el hilo conductor, pero la experiencia va mucho más allá del brindis. Su propuesta estrella, la Visita Gastronómica Completa, es un verdadero viaje culinario en torno al territorio. Comienza con un paseo entre viñedos, continúa por el emblemático Museo de Vigas de Lagar, y culmina en la mesa, donde el visitante se sienta a disfrutar de una cocina con alma, con producto de cercanía y elaboraciones que sorprenden por su equilibrio entre tradición e innovación.

Cada menú está diseñado para resaltar las cualidades de los vinos Murón, etiqueta de la casa, que incluye joyas como el Murón Albillo Mayor, el Rosado o el Roble de Tinta Fina. Pero lo más valioso de esta experiencia no está solo en la copa, sino en el encuentro entre cocina e identidad local, sin caer en los tópicos ni en lo previsible.

Cocina de autor con raíces

En los fogones de Bodegas Severino Sanz no hay artificios, pero sí intención. La cocina habla de la Ribera, sí, pero también incorpora matices vascos y toques internacionales que enriquecen cada plato. Así, es posible empezar con un tiradito de corvina con vinagreta cítrica, seguir con un bocata de oreja brava reinterpretado con pan crujiente y aliño picante, o deleitarse con una longaniza de cordero a la brasa, elaborada artesanalmente.

Todo está pensado para que cada bocado dialogue con el vino que lo acompaña. Y no se trata de un menú cerrado y rígido: las propuestas varían según la temporada y los productos del entorno, lo que convierte cada experiencia en algo irrepetible.

Un entorno que alimenta los sentidos

La experiencia se completa con el marco incomparable del Parque Natural de las Hoces del Riaza, que rodea a la bodega. El entorno rural, los muros de piedra, las vistas abiertas al viñedo… Todo invita a bajar el ritmo, a disfrutar del momento, a comer sin prisa y beber con conciencia.

Además, el acceso al Museo de Vigas de Lagar, único en el mundo por su colección de prensas de vino, añade un valor cultural y patrimonial a la jornada. No se trata solo de comer o beber: se trata de conectar con una historia que se sigue escribiendo cada día entre barricas, platos y conversaciones compartidas.

¿Cómo reservar tu experiencia enogastronómica?

Las visitas están disponibles de viernes a domingo, siempre con reserva previa. Existen varios formatos según lo que se busque:
– Cata con picoteo: desde 20 €
– Visita superior con menú gastronómico y maridaje completo: 58 €

Las plazas son limitadas, lo que garantiza un ambiente tranquilo, sin masificaciones, y con atención personalizada. Ideal para parejas, familias, amantes del vino o grupos que buscan una escapada distinta por la zona de Ribera del Duero o la provincia de Segovia.

En Bodegas Severino Sanz no se cocina para alimentar, sino para emocionar. Cada visita es una celebración del producto local, de la tradición reinterpretada, del vino entendido como cultura. Una experiencia gastronómica completa, sincera y llena de sabor.