Vinos Rosados: Elaboración y curiosidades
El vino rosado ocupa un lugar especial en el corazón de los amantes del buen beber. Con su característico color entre el rojo y el blanco, se ha convertido en un compañero ideal para momentos de disfrute y maridajes versátiles.
En Bodegas Severino Sanz, en pleno corazón de la Ribera del Duero, elaboramos rosados que reflejan la frescura, la tradición y el carácter de nuestra tierra.
El arte de elaborar un rosado
A diferencia de lo que muchos piensan, el vino rosado no surge de la mezcla de vino tinto y blanco (una práctica que, de hecho, está prohibida en la Unión Europea salvo excepciones en espumosos). El auténtico rosado se obtiene a partir de uvas tintas mediante un proceso llamado sangrado o “saignée”.
Tras la vendimia, las uvas se prensan ligeramente para que el mosto entre en contacto con los hollejos (la piel de la uva) durante un tiempo limitado, generalmente entre 8 y 24 horas. Es en este breve periodo cuando el vino adquiere ese color rosado tan característico, además de parte de sus aromas y sabores. Posteriormente, el mosto se separa de los hollejos y fermenta como un vino blanco, dando como resultado un producto fresco, aromático y con gran personalidad.
Curiosidades del vino rosado
- No es un vino intermedio: Aunque se ubica entre el blanco y el tinto en apariencia, el rosado tiene identidad propia y un carácter único.
- Un vino versátil: Su frescura y notas frutales lo hacen perfecto para acompañar desde ensaladas y pastas ligeras hasta platos más contundentes como carnes blancas o arroces.
- Historia y tradición: El rosado es uno de los vinos más antiguos del mundo; se cree que ya en la Antigua Grecia se elaboraban vinos de este color.
- Diversidad de estilos: Dependiendo de la variedad de uva, el tiempo de maceración y la técnica del enólogo, un rosado puede ir desde tonos muy pálidos, casi salmón, hasta colores más intensos y sabores más estructurados.
Nuestro rosado con sello Ribera del Duero
En Bodegas Severino Sanz elaboramos nuestro rosado a partir de uvas seleccionadas de
viñedos familiares. Buscamos expresar la frescura de la uva tempranillo y su capacidad de transmitir el alma de nuestra tierra en cada copa. El resultado es un vino aromático, elegante y lleno de matices, ideal para compartir en buena compañía o maridar con los sabores de la cocina local.
Si todavía no has descubierto el mundo de los rosados, te invitamos a probar nuestra interpretación: un vino fresco, equilibrado y lleno de vida que te sorprenderá en cada sorbo.