El proceso de crianza de los vinos es un proceso importante dentro de la bodega, la fermentación se realiza en depósitos con control de temperatura para que la fermentación del vino sea perfecta y que todos los matices de la tierra se transporten a los vinos.
Terminada la primera fermentación el vino reposa en barricas de roble francés seleccionadas de los mejores fabricantes durante un periodo mínimo de 12 meses. El tiempo, la oscuridad así como la humedad y temperatura constantes consiguen ese punto equilibrado de madera y fruta.