Los Premios Zarcillo nacieron en el año 1991 con motivo de la culminación de los actos del año Europeo de Turismo por iniciativa de las Consejerías de Cultura y Turismo, Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, con el compromiso de realizar un concurso nacional de vinos para promocionar y defender la calidad de los vinos españoles. Desde ese año 1999 los Premios Zarcillo se han ido consolidando como el certamen nacional más importante de los vinos españoles, y como uno de los concursos más prestigiosos a nivel internacional.
Remover el suelo por debajo de la capa arable, o roturar a bastante profundidad sin voltear la tierra.
Consiste :
Con una bulldozer o con un tractor (con muchos caballos de potencia) se pasan tres rejones (una parte del tractor) que cortan la parcela en los dos sentidos.
Empezamos primero por el contrario al que vamos a utilizar para plantar.
Esto es fenomenal por que oxigenamos la tierra, facilitamos la penetracion de la planta para que llegue más profundo, con lo que la hacemos más resistente a los veranos muy secos.
También si tenemos alguna zona con planchas de piedra, se rajan y queda el camino fácil para las raíces.
Esta labor es muy buena hacerla cuando el terreno está más seco que mojado, por que cuando los rejones abren la tierra, está queda abierta.
La formación de sedimentos es un fenómeno natural en los vinos. Es el resultado de no haber intervenido de forma radical en el proceso de elaboración y crianza, mediante fuertes clarificaciones o intensas filtraciones. No sólo no son defectos del vino, sino que son síntomas de calidad y respeto a una forma de trabajo natural.
A la hora de elaborar vino, lo ideal es conseguir un producto final estable con unas características deseables para el consumidor, aplicando el menor número de tratamientos posible. Cada vez que se realiza un tratamiento de este tipo se retiran sustancias que aportan personalidad al vino.
Es decir, es preferible encontrar una pequeña cantidad de posos en un vino antes que someterlo a un tratamiento intenso que eliminaría dichos posos, pero también parte de sus características deseables.
Con el paso de los años se forman esencialmente dos tipos de sedimentos: los tartratos y la materia colorante.
Los tartratos son cristalizaciones naturales procedentes de la uva. El más habitual es el Bitartrato Potásico, sales del ácido tartárico que precipitan por la acción del frío y del alcohol. Los vinos más viejos también tienen una precipitación de la materia colorante.
La forma de actuar ante los sedimentos es tan sencilla como proceder a su decantación. Debemos tratar con cuidado la botella, sin moverla ni agitarla.
Una vez descorchada, recordando que lo que debe moverse es el sacacorchos y no la botella, la decantamos lentamente en una jarra de cristal transparente. Cuando veamos que el líquido sale turbio acabaremos el proceso, dejando los posos en la botella.
En Portugal los posos del Porto Vintage se untan en pan con un poco de mantequilla y cocineros de renombre, como Pedro Subijana, los utilizan en algunas de sus innovadoras recetas.
Incluso, según dicen, también son buenos para suavizar la piel.